Le celebramos tal acontecimiento con una comida familiar a la cual asistieron sus abuelos paternos, su tía Lidia, su mamá y yo. Después de la comilona, fuimos a la "v3cindad de Yayis" y ya instalados en el plan fiestero partimos el pastelin del pequeñuelo, por cierto estaba chidito. (el past3l).
Desde la concepción de TibuLiano, hasta el día de hoy, hemos pasado por un sinfín de acontecimientos, buenos y no tanto, trataré de rememorar algunos de ellos.
La primera noche que pasamos su mamá y yo con él nos "novateó" bien chido...como a eso de las tr3s de la madrugada se d3sp3rtó todo loco, llorando y gritando cual si se le hubiera aparecido el viejo del costal...pero lo que el pequeñin quería era su teta...vaya nochecita!
Luego, el día que lo llevamos a bautizar, todos los preparativos para la fiesta fueron de lo más estresantes y delirantes...habíamos encargado cerca de 15 kilos de tortillas, pero como llegó más gente de la que habíamos contemplado, ¡que se acaban!...y ahí me tienen, consiguiendo más "gordas". Pero salió chida la fiesta de bautizo.
El primer golpe de la vida que recibió TibuLiano fue un día que estaba jugando en nuestra cama, siempre ha sido bien inquieto, se puso a brincotear y el impulso del colchón lo mandó directito contra la pared...un gran chipotón apareció en su frente con el consabido llanto y dolor...el remedio de la abuelita llegó a su rescate, azucar en el área afectada para bajar la hinchazón.
Alguna vez se nos enfermó bien gacho de gripa...ya llevaba como tres meses y nada que se
componía, se la pasaba moqueando, tosiendo y lo peor de todo era que cuando le daban los ataques de tos bien cabrones se le venían muchas flemas y mi pobre hijo se la pasaba vomitando, apenas acababa de tomar su "teta" ¡va para afuera!...fueron noches muy angustiantes para mi, algunas de las que pasé velando su sueño, llorando e implorando al creardor que recuperara su salud...lo más desgarrador es ver a tu propio hijo sufrir, y saberte impotente para que deje de padecer de esa forma. Afortunadamente tiene un pediatra muy bueno, que siempre lo ha sacado adelante en cuestión salud.
Cuando lo inscribimos a la guardería la cual lleva un sistema Montessori, me encontraba lleno de felicidad, ya que nos pidieron una serie de materiales con los cuales los pequeños trabajan durante el ciclo escolar...bueno ahí nos tienen en el Office Max comprando el material, y yo emocionadisimo, ¡como si ya fuera a ir a la primaria! eche y eche cosas al carrito...lo mejor vino después, cuando hubo que pagar...
Han sido tres años en la vida de su mamá y la mía, llenos de felicidad, pero también de constantes pruebas de fé y amor, de las que seguimos saliendo afortunadamente bien librados, raspados y un poco maltrechos pero llenos de confianza y entereza de saber que lo mejor que hemos hecho juntos es él: Diego TibuLiano, y que no hay nada mejor en el mundo que caminar de su mano y que con su dulce y melódica voz me diga: "Papá...Te amo mucho."
¡LaS aventuras del capitán TibuLiano apenas han comenzado!, y aún faltan muchas páginas en blanco que escribir, barcos que navegar y mundos que conocer...la vida está llena de fantasía e imaginación cuando estoy a tu lado...¡Feliz cumpleaños hijo mío!
Gracias a Jah Todopoderoso, que me ha permitido aprender de mi hijo, que me ha permitido ser feliz con sus pequeños grandes logros, y que lo he podido abrazar en momentos llenos de angustia y llenarme de su luz, pura, blanca y transparente.
Bendiciones eternas,
Rastafary.